Todos conocemos a personas que sobresalen, que son mejores que otras, que son extraordinarias.
¿Te consideras extraordinario en algún aspecto de tu vida? Debes saber que fuiste creado
extraordinariamente por Dios.
¿Has probado alguna vez una fruta podrida? ¡Desagradable! ¿Verdad?
Así también, la vida de un cristiano es desagradable cuando no es conformada a la imagen del
Hijo de Dios.