¿FRUTA FRESCA O PODRIDA?

¿Has probado alguna vez una fruta podrida? ¡Desagradable! ¿Verdad? Así también, la vida de un cristiano es desagradable cuando no es conformada a la imagen del Hijo de Dios.

EL FRUTO DEL CRISTIANO

Escrito por: Pastor Rodolfo Alcazar

¿Has probado alguna vez una fruta podrida? ¡Desagradable! ¿Verdad?
Así también, la vida de un cristiano es desagradable cuando no es conformada a la imagen del
Hijo de Dios.

“Por eso les digo: obedezcan al Espíritu de Dios, y así no desearán hacer lo malo.”

Gálatas 5:16 TLAI

El apóstol Pablo hablaba y se preocupaba mucho del carácter. Él quería que los creyentes, hijos de
Dios, trabajarán en su carácter y madurarán. Que fueran conformados a la imagen del hijo de Dios. Imagen es sinónimo de carácter (Imagen=carácter).

Este proceso de maduración comienza con las siguientes premisas:

(A) EL DEBER DE VIVIR LA REALIDAD DE QUE SOMOS HIJOS DE DIOS.

Cuando tenemos presente de manera constante está verdad, nuestras emociones, sentimientos y
voluntad son estimuladas a vivir y seguir el ejemplo de Jesús.

(B) SER GUIADOS POR EL ESPÍRITU SANTO.

Cuando estamos convencidos de que somos hijos de Dios, es precisamente a partir de ahí que él
Espíritu Santo a través de varios medios comienza a guiarnos y a colaborar con nosotros para
conformarnos a la imagen de su Amado Hijo.

(C) NO HAY OTRA SEÑAL NI MARCA QUE IDENTIFIQUE A UN HIJO QUE EL FRUTO DEL ESPÍRITU
SANTO EN SU VIDA.

Todo mundo conoce la conducta de aquellos que son llevados por los malos deseos que arruinan sus vidas y afectan las vidas de las personas a su alrededor (infidelidad en el matrimonio, relaciones sexuales prohibidas, muchos vicios y malos pensamientos, y demás)

“En cambio, el Espíritu de Dios nos hace amar a los demás, estar siempre alegres y vivir en paz con
todos. Nos hace ser pacientes y amables, y tratar bien a los demás, tener confianza en Dios, ser humildes, y saber controlar nuestros malos deseos. No hay ley que esté en contra de todo esto. Y
los que somos de Jesucristo ya hemos hecho morir en su cruz nuestro egoísmo y nuestros malos deseos. Si el Espíritu ha cambiado nuestra manera de vivir, debemos obedecerlo en todo. No seamos orgullosos, ni provoquemos el enojo y la envidia de los demás por creernos mejores que ellos.”

Gálatas 5:22-26 TLAI. Ese es el fruto del Espíritu Santo

El buen fruto del Espíritu Santo es algo que se lleva por dentro pero que se manifiesta por fuera.


La maldad es el resultado de la rebeldía. Esto afecta a todos y a todo lo relacionado con nosotros.
La obediencia, por el contrario, es la marca de una buena relación con Dios.


¿Cómo me doy cuenta que tengo una buena relación con Dios? Cuando tengo amor, gozo, y paz.


¿Cómo sé que tengo una buena relación con otras personas? Cuando tengo paciencia, benignidad, y bondad.


¿Cómo sabemos que tenemos una buena relación con nosotros mismos? Cuando tenemos fe,
mansedumbre, y templanza.


Cooperemos entonces con el Espíritu Santo y maduremos para reflejar ante Dios Padre, ante
nuestros seres queridos y las personas a nuestro alrededor esa imagen a la cual somos llamados a
conformarnos